Los niños experimentan un importante cambio al pasar del Jardín de Infancia a la educación primaria, donde comienza un proceso de aprendizaje más estructurado. Durante el primer año, el maestro trabaja con el grupo para enseñarles cómo comportarse y colaborar en la escuela, formando gradualmente un grupo unido mientras se introducen contenidos académicos.

El maestro da la bienvenida a cada niño de manera personalizada, promoviendo la singularidad de cada uno. La enseñanza se centra en la clase principal durante las dos primeras horas, utilizando métodos creativos para enseñar conceptos como formas, letras y números. Se valora el ritmo de aprendizaje, alternando momentos de concentración con actividades más relajadas, y los niños crean sus propios materiales en lugar de usar libros de texto.

Tras la clase, se toma un desayuno saludable, seguido de un breve tiempo para el aseo y luego, un juego libre en el jardín que fomenta el desarrollo integral.

Después, se continúa con materias especiales impartidas por maestros especialistas, como Inglés, Alemán, Música, Manualidades, Ética, Euritmia y Educación Física. Estos maestros comparten conocimientos y experiencias personales para enriquecer el aprendizaje.

Todos los maestros aman su trabajo y buscan mejorar constantemente. Se acepta a los niños tal como son y se les apoya en su desarrollo integral.

El día continúa con actividades artísticas, trabajo manual o educación física antes de despedirse a las 14:00h. Las familias son esenciales en la vida de la escuela, colaborando en su mantenimiento y organizando actividades. Algunos niños pueden quedarse para el servicio de comedor, y el maestro se despide de cada uno de manera personalizada, con un apretón de manos y mirándolos a los ojos.