La Pedagogía Waldorf respeta el ritmo evolutivo de cada niño en el sentido de que respeta su individualidad, sus capacidades y sus necesidades, siendo el maestro el que debe crear la metodología y la didáctica adecuada para cada uno de sus alumnos. Es importante profundizar en este planteamiento pues supone un reto para el profesor enfocar los procesos de aprendizaje teniendo en cuenta tanto las fortalezas como las dificultades de los alumnos.
Este modelo pedagógico plantea como objetivos importantes en el proceso educativo trabajar y favorecer en el niño la voluntad, la imitación, la memoria, la creatividad, el juego, el interés por aprender, dominio del lenguaje… Todos ellos aspectos considerados como habilidades básicas para el aprendizaje.
También se plantean como objetivos educativos aspectos tan importantes en la formación del niño como es el desarrollo moral y ético, favoreciendo el respeto por la autoridad del maestro, respeto por los compañeros, valorar el trabajo bien hecho, la cooperación, la empatía, los materiales, el espacio físico, la naturaleza como proveedora de alimentos, y un largo etc.
En las Escuelas Waldorf se trabajan los objetivos y contenidos indicados en la Ley de Educación igual que en los colegios públicos, si bien podemos decir que lo que cambia es la metodología. Como Educadores, el estudio y conocimiento de esta metodología y su fundamento, explicado ampliamente por Steiner, enriquece y amplia la praxis educativa proporcionando nuevas herramientas metodológicas y didácticas en el qué hacer diario.